lunes, 9 de marzo de 2009


(un poema viejo, venido directamente desde el reino del bajón)

Aniversario

mientras festejo solo
el quinto aniversario
del suicidio de mi primo hermano,
la noche se acerca lenta,
con ese vaso de piedad
que nadie quiere darme.

ya se fueron todos
los que acompañan la tarde
con el ruido de la topadora
y el trabajo duro.

mientras tanto, ahora, acá,
la lámpara está prendida,
y no es casualidad que la luz
de afuera
todavía permita ver,
las pocas cosas que quedan en pie
sobre el escritorio.
el amarillo artifical
de la lamparita,
es preferible a ese azul que hace cinco minutos
era luz
y ahora es pena.