domingo, 22 de noviembre de 2009

(poema en proceso)

detrás de los escombros del final de obra
hay un pozon sin fondo que nada lo llena.
las puertas golpean el marco de madera
movidas por el viento.
anoche se desató el huracán,
los noticieros anunciando el diluvio
y el milagro:
dos siameses en plegaria de separación.

un poco de sol entrando de costado
por las persianas, a la siesta.

el orden que reina es impersonal,
nada de lo que se ha construido aquí nos pertenece.

detrás de las escombros del final de obra
hay un pozo que nada lo llena.

ni tres camiones de tierra
ni mil obreros, armados con las palas
vaciando la superficie del amazonas,
catorce horas por día, al rayo del sol,
bajo la nieve.