martes, 19 de enero de 2010

(...)

un pájaro cae del nido, cruza el cielo, sobre el sauce.
yo
me arrodillo a rezar, sobre mi antigua idea, de familia.

jueves, 7 de enero de 2010

Ocho de diciembre

las palomas muertas en feriado,
los niños, las parejas divorciadas
en acto de comunión,
el santo de barba, abandonado en el banco
hace millones de años,
el hombre sucio que resuelve crucigramas
en tiempo real mientras mira a las chicas
reirse de algo que no entiende.
las horas que pasan lentas,
dormidas entre los autos de la avenida.
solo el humo rancio del paraguayo
de los pibes de la esquina
logra dar vida a esta plaza de martes de fuego.
no los pibes, no la esquina:
solo el humo dulce
de risa espástica de espera fatal.
la iglesia del barrio ha cerrado las puertas
justo hoy, ocho de diciembre,
día bendito del gran orgasmo espíritual.
miro desde afuera, una mujer
en plegaria de resurrección.
¿cómo habrá logrado entrar?
¿porque estoy del lado de afuera
cuando debería estar entre los bancos,en silencio,
intentando reconstruir la logica de esta derrota?
el mendigo me pide monedas
y no soy capaz de mentirle,
decirle que no hay nada en estos bolsillos
que ese tin tin tin
no son mas que las llaves de una casa
en estado tunning
para bienvenir dias mejores.