Los osos
decidido a salir al bosque,
cargando solamente su escopeta,
algunas latas de comida vencida,
un abrigo viejo
y su cantimplora de agua salada,
el viejo cazador viudo
se enfrentó con la noche,
sus propios búhos
extinguiendo las últimas luces.
con el sonido de su propio dolor
boxeando contra las paredes de su cabeza,
esperó horas
hasta disparar las primeras municiones
al aire.
se sentó, descansó, repitió con exactitud
gestos traídos de otras épocas mejores.
lo atormentaron los recuerdos,
y el difuso amanecer
lo encontró adormecido y sin sustento.
ya no había ira, malestar, tristeza.
solo silencio, paranoia, ansiedad.
y la certeza de que en este invierno frío
todos los osos duermen en su madriguera.
miércoles, 25 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
nunca mas identificado!!! amigo no soy de visitar blogs, pero es lindo saber (de vez en cuando) que piensas. nunca oldives tus terruños!!!
hibernan
desde el sueño y la modorra
olfatean con certeza la primavera
Publicar un comentario